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Documentació

Una biografía en busca de autor

Article publicat a “La Vanguardia”” el 28/08/2002 per Manuel Ollé

La discusión biográfica alrededor de Verdaguer ha avanzado a golpe de aniversario. En 1945 se cumplía el centenario de su nacimiento y en 1952 el cincuentenario de su muerte. Ambas fechas suscitaron la aparición de numerosos libros de carácter biográfico entre los que destacan algunos de los que hoy se reeditan, obedeciendo también a los caprichos del calendario.

La vida tràgica de mossèn Jacint Verdaguer, de Sebastià Juan Arbó, se publicó en 1952 y toma como modelo a Stefan Zweig, André Maurois y Emil Ludwig. Arbó concibe la vida de Verdaguer como la consecuencia de un carácter de artista sensible y desbordante de vitalidad, que se sentía estrecho en los límites de autonegación y obediencia del sacerdocio. Cree ver en Verdaguer algo del albatros baudelairiano. Lo sitúa en la estirpe de los genios inadaptados, en conflicto con sus protectores, como Schiller, Dante o Tasso. La virtud de esta biografía es que, habiendo podido ser una solemne tontería, no lo es: desciende al detalle y lo recrea con vivacidad, tiene una tesis de fondo pero no es esquemática. El vigor narrativo de Arbó convierte la lectura en una experiencia apasionante. En algún pasaje completa lo que no sabe recurriendo a la imaginación e interpreta datos de forma algo mecánica, pero el conjunto es magnífico. Inexplicablemente, el verdaguerismo oficial ha tendido a ningunear esta biografía que tras su publicación en 1952 se recibió con una agria polémica.

Jesús Pabón, historiador sevillano, publicaba en 1954 El drama de mosén Jacinto, un ensayo centrado en los problemas de Verdaguer con el marqués y el obispo. El libro es riguroso y documentado, aunque de interés limitado. Está especialmente indicado para verdagueristas irredentos u obsesos en el personaje. Pabón escribe más como abogado que como historiador: es reactivo, sinuoso y prolijo, prueba y refuta, dialoga con interlocutores ausentes. Uno llega al final exhausto y desconcertado, teniendo más claro lo que se considera erróneo que lo que se afirma.

Miquel de Palol ha antologado a Verdaguer en la colección Vidas literarias de la editorial Omega para el lector hispánico, que no tiene en este momento en el mercado ningún otro medio de saber qué escribió Verdaguer que esta antología bilingüe, útil, amplia y razonada. En las cerca de noventa páginas del prólogo, Palol hace un honesto y personal itinerario por la vida y la obra del poeta. El ensayo es tan interesante por lo que dice de Verdaguer (del que le queda un regusto agridulce) como por sus reflexiones sobre la forma que tiene el país de relacionarse con sus clásicos.

Probablemente se han escrito más páginas sobre la vida de Verdaguer que sobre su obra. Este hecho tiene que ver tanto con la pasión que suscita su azarosa vida como con las dificultades de la tradición literaria catalana para leerse a sí misma. Hemos tendido a ocuparnos más de movimientos, generaciones, autores, epistolarios y cosas por el estilo que de los textos literarios propiamente dichos. A pesar de ello todavía está por escribir la biografía que Verdaguer se merece: amplia, veraz, detallada y vigorosa, capaz de capturar en toda su complejidad el gesto trágico del personaje y de su tiempo.

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